Hace unos días leí en el periódico La Provincia (2 de febrero de 2011) bajo el titular de: “El Liceo Frances abre su cápsula del tiempo”, un artículo referente a la realización de una iniciativa encaminada por parte de la comunidad educativa de dicho Liceo para que dentro de 25 años se viera cuales eran las ideas de futuro que sobre educación en dicho centro tenían las personas vinculadas al mismo. Pero, ¿qué es una “capsula del tiempo”?

Una “cápsula del tiempo”, por regla general, es un recipiente más o menos hermético que se utiliza para que algunos objetos de una época determinada o algún mensaje  puedan ser encontrados por generaciones del futuro y así poder ver como cambian las cosas o las ideas.

En los preparativos de la Exposición Universal de Nueva York de 1939, fue a nivel oficial la primera vez que se utiliza un recipiente de esas características y se utiliza dicha denominación. En concreto se encargó la construcción de la cápsula a la empresa Westinghouse.

Las características de la misma era que medía 2,28 metros de largo, pesaba 363 kg y tenía un diámetro interior de 16 centímetros.

Estaba realizada en níquel y plata y la misma fue enterrada a 16 metros de profundidad debajo del parque Flushing Meadows, el parque que albergó la Exposición antedicha.

La intención era que los elementos depositados en su interior fueran desenterrados en el año 6.939, o sea 5.000 años después. (Su contenido era: un frasco de semillas y un microscopio. Varias bobinas de película condensaban los contenidos de diccionarios, almanaques y otros textos y  también se incluyó un noticiario de RKO Pathe Pictures de 15 minutos de duración).
A pesar de lo increíble de la idea, pasados unos años y en el mismo lugar, en 1.965 se enterró una segunda cápsula diez metros al norte de la original, con la intención de que ambas fueran desenterradas en el mismo momento.

Sin que tenga conexión con esas primeras cápsulas, en fechas recientes, en diciembre de 2009 se descubre una “capsula española“, cerca de la Plaza de las Cortes de Madrid.

Databa de 1.835 y en ella se encontraban cuatro tomos del año 1.819 del Quijote, además de un libro de la vida de Miguel de Cervantes y otras publicaciones. (1)

Si nos acercamos a Canarias podemos hablar de “cápsulas del tiempo” que pasan desapercibidas para todos nosotros y que se colocan con más o menos asiduidad.

En concreto me refiero a que cada vez que se coloca una “primera piedra” para el comienzo de una obra de importancia, se colocan en una hornacina, monedas, periódicos del día, en algunos casos planos de la obra y cualquier otro elemento que se considere oportuno, estas agrupaciones de elementos,  serían “capsulas temporales”, aunque lo cierto es que en multitud de casos, esas “primeras piedras” con esa información que atesoran o bien son destruidas en el momento del comienzo de las obras o bien se olvida su emplazamiento.

Como referencia tenemos que en los comienzos de la construcción de la Basílica de Nuestra Señora del Pino, en Teror, allá por agosto de 1.760, (mucho antes de que se considerara este tema) se deja constancia, según apuntó el Notario Eclesiástico, de la colocación de lo que nosotros modestamente, consideramos una “cápsula del tiempo”.

Según el escribano, dicho elemento se colocó en el “centro de los cimientos de la pared trasera a dicho altar”. (2) Y según sus propias palabras había un canto que se consideró como primera piedra y que: “Estaba labrado en cuadro con cruces esculpidas en todas sus caras. Después de bendecirlo, el maestro de obra lo colocó con cal en el centro del cimiento. A continuación, don Estanislao, bendijo todo el resto del solar, y al final de la ceremonia, volviendo a la piedra y en un hueco en círculo… que en la faz superior de dicha piedra estaba esculpida, sobreponiendo una plancha de plomo se puso sobre ella otra de plata del grueso de un real de a 8… con inscripciones por una y otra cara, y un pino abierto a buril en la superficie y sobre la dicha chapa, se puso otra de plomo que llenó todo el hueco, y finalmente su cubrió todo con una hoja de lata…”.
Las inscripciones mencionadas hacían referencia, en latín, a que la obra se debía al Obispo Morán y hacía constar los nombres del Papa gobernante, Clemente XIII y del rey de España, Carlos III. (3)

Por supuesto, como es lógico también en Tenoya tenemos nuestra pequeña aportación a este tema. En concreto, la cápsula que nos ocupa, se haya situada en el interior de la escultura que está en la trasera de la “Casa de la Cultura”, la misma está construida con la basada de la Cruz que se ubicaba en donde actualmente está la torre de la iglesia.

La escultura denominada “Homenaje al agua”.

Así quedó la escultura tras incorporarle los elementos metálicos del Pozo de la finca de Areva, para hacer la alegoría la agua y aprovechar las piedras de cantería de Arucas. Foto del autor.

Los asistentes a la demolición de la basada de su lugar de origen  y reubicación a su lugar actual, dejamos constancia del hecho, con un acta que se introdujo dentro de una botella lacrada en el cemento que se utilizó como relleno interior de la base de la escultura.

Participantes en la reubicación de la basada de la cruz. De izquierda a derecha: José Lezcano, Manuel Pérez, Ignacio Trujillo, Agustín Torón y Agustín Rodríguez.

El contenido del acta es el que se redacta a continuación:
“En Tenoya, a los diez días del mes abril de mil novecientos noventa y nueve.
Con el objeto de recuperar la basada original de la cruz que preside la entrada a la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, debido a las obras que en un futuro próximo se realizarán en la citada Iglesia con el fin de construir una torre – campanario de 22 metros de altura.
Se reúnen una serie de vecinos del barrio para poder acometer la obra de recuperación de la basada de piedra de cantería de Arucas y trasladarla posteriormente al lugar escogido que se encuentra en las inmediaciones de la carretera C – 813 entre Las Palmas y Arucas en la zona que se encuentra en las postrimerías del Cuartel de la Policía Local conocido como grupo escolar Viejo.
Las personas que se dieron cita para desgajar las piedras, retirar escombros, retirar las piedras a su nuevo emplazamiento, traída de materiales y agua, reconstrucción de la basada son las que a continuación se relacionan:
D. José Lezcano Guerra
D. Ignacio Trujillo Santana.
D. Laureano Lezcano Galindo.
D. Agustín Torón Ramos.
D. Alvaro David Henríquez.
D. Agustín Rodríguez Chirino
D. Manuel Pérez Valido
D. Santos Sánchez Fernández
Y los niños Rubén Lezcano González y Alejandra Sánchez García.
Así mismo, se contó con la supervisión de los trabajos por parte de D, Eladio Henríquez Santana quien en el año 1974 se encargó de colocar esta basada y la cruz. También contamos con la ayuda de la grúa de D. Pedro Hernández para poder retirar los brazos de la cruz. Supervisando a todo este personal se encontraba nuestro párroco D. Manuel Guerra González.
Y para que conste firman algunos de los representantes siendo las catorce horas del día citado en el emplazamiento” (4)

Comienzo de la colocación de la basada de la cruz. De izquierda a dercha: Santos Sánchez, Agustín Rodríguez, Agustin Torón, Rubén Lezcano y Alvaro David.

Tenoya tiene al menos una “cápsula del tiempo”, incrustada en su territorio, esperemos que ella sea digno testigo de nuestro pasado más o menos reciente. Por otro lado debemos tener en cuenta que este artículo como muchos otros, escritos en INTERNET, no dejan de ser “cápsulas del tiempo”,  pero con una pequeña diferencia: se pueden leer desde este momento hasta el final del servidor que los alberga.

L. Lezcano Galindo

1) Periódico El Mundo, 28-12-009
2) Yánez Rodríguez, José Luis, Hace 250 años, Programa de las Fiestas del Pino 2010.
3) Ibibem
4) Archivo personal del autor del artículo

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