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El Portichuelo
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Hoy quiero recordar el vertedero del Portichuelo, una zona y lugar que ha cambiado en pocos años como ha sido el mismo vertedero, los movimientos de tierras, haciendo también carreteras en las mismas laderas, desapareciendo parte del original del Camino Real de Gáldar y el acueducto que le dio nombre, una arco que sirvió de referencia y legendario por otras razones, como metas de corridas de caballos en las fiestas de Cardones y portal de este mismo Pueblo vecino.
El Colectivo Cultural el Valle de Tenoya, se manifestó en contra e incluso se lapidó en las columnas, nuestras quejas, hoy borradas y recuerdo que en uno de los recorridos con los jóvenes, al pasar. se lamentaban de ver este lugar que mira a Tenoya destrozado.
Al pasar en el año 1996 este joven Tenoyero Jacinto Martín, nieto de Ramón el lechero o Ramón el de los perros el cual le ha trasmitido el amor por la naturaleza.
Hoy han trascurrido 15 años más, en la foto vemos como ante un crucifijo en la entrada, se lamenta del deterioro de la zona dejando una imagen atrás, que por suerte hoy ha cambiado al cerrarse el vertedero.
Tino Torón
Ocurrió en Tenoya... (3º parte)
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La alegría y satisfacción de poderle ayudar nos gratificaba, seguíamos junto a él, tratándo que nos hablara, notando que se estaba recuperando y aparentemente fuera de peligro. Ya pasaba la noche, entrando en el amanecer, sentimos el primer canto de un gallo, llamándonos la atención, mientras Acaymo decía ¡Tino! ¿qué hacemos con él? cuando de repente nos sorprendió ¡no temáis! que soy también otro hijo de Dios, que al pasar por Tenoya he perdido la memoria…. En otro intervalo volvemos a escuchar el canto de un gallo ya mas certero, como si saliera de la torre de la Iglesia, le dije a Acaymo, esperaremos que amanezca el día, el agradecido levantó sus brazos y nos abrazó, diciendo que en el camino había encontrado hermanos que le ayudaron, al mismo tiempo pidiendo perdón, nos sorprendimos, quedándonos pensativos, pues este hombre no daba razón, ya el día amanecía y volvimos a escuchar un tercer canto de un gallo, pensé del que cuido en mi casa y el que me canta todas las mañanas, Acaymo me miraba sin decirme nada, pero veo en sus ojos algo extraño y que no me quería decir y que interpreté como que qué hacemos aquí, este hombre está bien, le hemos hecho todo lo que hemos podido y nos responde, que lo dejemos, nos daba la impresión que venía huyendo y de aquella manera dijimos ambos ¡Que siga su camino!
Ya amanecía el día y vimos en el camino los primeros movimientos de vecinos que iban a sus trabajos, mientras conversábamos de lo que nos había ocurrido, despidiéndonos delante de la Iglesia, cada cual cogió su camino, yo estaba deseando llegar a mi casa para contárselo a mi familia y conocidos.
CONTINUARÁ EN EL CUARTO CAPÍTULO
(No se pierdan el último capítulo, porque todos podemos ser victimas y testigos)
Tino Torón
Nuevos datos sobre el Balneario del Cristo-Rincón
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Hace unos días pasando un rato ante el ordenador buscando alguna información sobre Tenoya, me encuentro con una gran sorpresa en la página web de la ULPGC, en donde está alojado el archivo del arquitecto Miguel Martín Fernández de la Torre. (http://mdc.ulpgc.es/portal/miguel/?id=32)
Dentro de este archivo hay una serie de planos que se denominan: “Edificio de la comunidad de agua del Rincón”.
Desde mi modesto entender no todos los planos que aparecen corresponden al mismo edificio, pero si hay tres en concreto, (planta baja, planta alta y un alzado lateral) que corresponden sin duda alguna al desaparecido “Balneario del Rincón”.
Estos planos corresponden a un proyecto de finales de los años veinte y que según las propias notas del autor el edificio fue construido entre los años 1.931, 1.932 y 1.933. De hecho la inauguración oficial fue el 24 de mayo de 1.934, en estos días hace 77 años de dicha inauguración, y lo peor es que prácticamente nadie recuerda el esplendor que llegó a tener el balneario.
Nunca imaginé que las ruinas que hace unos años desaparecieron, pertenecieran a uno de los arquitectos más importantes de Canarias, pero en muchas ocasiones la casualidad nos hace encontrar esas insignificantes pero a veces grandes aportaciones a nuestra intrahistoria.
Como sé que una imagen vale más que mil palabras dejo que ustedes las disfruten como lo he hecho yo.
Plano de la planta baja
1)Pabellón de oficinas, utilizado como bar del balneario; 2) Riscos del Rincón, actualmente, Carretera del Norte; 3) Escalera de acceso a la planta alta del balneario; 4) Sala de embotellado; 5) Almacén 1; 6) 1Patio interior; 7) Explanada de acceso a las instalaciones; 8) Almacén 2; 9) Océano Atlántico
(Imagen: http://mdc.ulpgc.es/portal/miguel/?id=32)
Imagen de las ruinas en 2.003
Recordando el moral
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No ha pasado mucho tiempo de ver al pasar el moral, que según dicen los mayores y de edad avanzada que desde niño lo llegaron a ver, desapareciendo al cortarlo a principios de este año 2011.
Un día al pasar y por casualidad, veo al inquieto Pacuco, al que vemos en cualquier evento social, cogiendo moras, una foto como otros que por casualidad forman historia.
En el moral de Nicolasa
ví a un moro subido
un moro para tantas moras
al comérselas
lo llenaron de besitos
Morado lo dejaron
a aquel moro atrevido
las moras verdes celosas
Le decian:
Cógeme morito
que las manchas que llevas
yo te las quito
Tino Torón
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