Foto de Christian Joërgensen (Estudio Moderno), realizada a comienzos de los años treinta del siglo XX. En la actualidad depositada en el Museo Canario, con las características de "copia positiva en papel de gelatina D.O.P. de revelado químico" con el código de referencia ES 35001 AMC-CFH-000180, de la recopilación de fotos del denominado por el autor: "Álbum del plátano".
Foto del Archivo fotográfico del Museo Canario, (Copia solicitada al Museo por el autor del trabajo)
Hace un tiempo vi esta foto en Internet y como es lógico, desde la primera vista supe que era una foto obtenida en Tenoya ya que hay zonas del pueblo que son inconfundibles y por las que aparentemente no pasan los años. (Aunque creamos lo contrario).
Como se aprecia en la foto actual, la misma fue obtenida en la zona de la Plaza de Ntra. Sra. de la Encarnación, justo frente a la desaparecida mimosa que se encontraba al comienzo de lo que se denomina aún en la actualidad "Camino Real a Gáldar".
La foto antigua, fue obtenida a comienzo de los años treinta y lo que vemos es una imagen de la casa que en la actualidad está en una de las esquinas de la Plaza que fue durante años una tienda de las denominadas de "aceite y vinagre", la de "Carmelita" (Ponce) y que con anterioridad fue conocida como la tienda de "don Guillermo" (Guillermo Ponce; padre de Carmelita, casado con Frasquita).
Por otro lado, recordar qua Carmelita era la mujer de Bernardino Naranjo Fontes y madre de Bernardino Naranjo Ponce.
El tejado que se aprecia a la derecha de la imagen es el de la vivienda que en la actualidad se puede apreciar desde la Plaza, dentro de la zona denominada el Trapiche, a la izquierda, con una cruz en lo alto de la puerta, en ella vivió Antonio Travieso Lezcano.
La imagen, a pesar del tiempo transcurrido, no ha cambiado prácticamente nada, sólo apreciamos algunos detalles que denotan el paso de los años.
La carretera está asfaltada, la mimosa que se ve en la esquina superior izquierda de la foto fue cortada hace algunos años, imagino que por algún capricho de alguien, ya que la cortaron y no plantaron en su lugar; ¡ni siquiera un geranio…!
El muro de piedras que vemos en la foto de los años treinta detrás delos mulos, en la actualidad está encalado y pintado de blanco, cuando en la imagen aparece con las piedras vistas por algunas zonas y por último también se aprecia que la vivienda que ocupaba la tienda que aparece en la foto de Joërgensen, aparentemente ha ganado volumen lo que hace que no se vea la panorámica original y que no podamos apreciar que la palmera canaria que aparece en la foto de los años treinta ya no exista en la actualidad. Cosas de la modernidad y el cuidado del medio.
La misma zona en la actualidad. Aunque ahora con los elementos que usamos como mulos, la verdad es que no hay ni mulos ni arrieros. ¡Hoy... solo coche! (Foto del autor; Enero 2014)
Dejo un par de detalles ampliados de aquella foto que Christian Joërgensen (Estudio Moderno), realizara a comienzos de los años treinta del siglo XX, y de la cual se pueden obtener copias en la fototeca del Museo Canario.
Es de destacar que dos de los arrieros fuman en cachimba y el que aparece al final lleva en el ceñidor un cuchillo canario, todos llevan cachorra, ceñidor y alpargatas, además también se aprecia el uso de alpillera de sacos de papas para sujetar los racimos a las albardas de los mulos. (Detalle de Foto de Christian Joërgensen; Estudio Moderno)
Como apreciamos, en cada mulo, se podían llevar cuatro racimos de plátanos los que una vez pesados en la misma Plaza, eran llevados al almacén oportuno para ser llevados al muelle; Detalle de la foto de Christian Joërgensen (Estudio Moderno).
Hay algunos detalles que no han cambiado con los años aunque parezca mentira; (Detalle de la Foto de Christian Joërgensen; Estudio Moderno)
Aún en la casa que aparece en la foto, se pueden apreciar tanto el poste para mantener los cables eléctricos así como el desagüe que aparece en la pared en la esquina trasera de la tienda, en esta foto actual también podemos ver la puerta que se colocó en el pasaje existente entre las viviendas para sustituir a la primitiva cancela. (Foto del autor; Enero 2014)
Detalle de la cancela que en los años treinta del siglo XX servía para evitar el acceso al pasaje entre las viviendas; (Detalle de la foto de Christian Joërgensen; Estudio Moderno).
Para ampliar un poco más esta información de la foto, hemos de comentar que como dijimos más arriba, el tejado que se veía a la derecha de la foto es el de la casa de Antonio Travieso Lezcano, quien en 1.906 murió de rabia. La rabia o hidrofobia, sigue siendo una de esas enfermedades contagiosas que durante años han ido transmitiendo un miedo ancestral ya que hasta comienzos del siglo XX, el ser mordido por un perro "rabioso" era sinónimo de muerte.
A mediados del año 1.906, se habían producido en las islas una serie de incidentes relacionados con las mordeduras de perros rabiosos a personas, y con ello se llegó a crear una ambiente de verdadero pánico debido a las limitaciones en cuestiones sanitarias de la época.
Vemos como en la prensa se van sucediendo noticias relacionadas con el tema, en especial en la isla de Gran Canaria.
Como ejemplos tenemos el caso sucedido en Marzagán, a mediados de julio en donde un perro aparentemente rabioso además de haber mordido a varios animales, le había hecho un rasguño a Ricardo Hernández Fleitas. El perro y los animales mordidos fueron sacrificados, y tras la autopsia realizada al perro se detecta que esta hidrofóbico. (1)
O el sucedido en Gáldar en donde el alcalde envía un telegrama al Diario de Las Palmas aclarando que el perro que mordió a Shara Ortíz, no tenía rabia ya que se había comentado que así era. (2)
Todo esto estaba ocasionado por la cantidad de perros vagabundos que en aquellas fechas deambulaban por las calles de las ciudades y pueblos y por los caminos y montes de nuestra isla.
Instituto de Higiene del doctor Murga; Sevilla; Foto: http://www.us.es/campus/biblioteca/index.html
De hecho, en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, en la semana del 9 al 15 de julio de 1.906, se recogieron un total de trescientos setenta y seis perros abandonados. La semana anterior ya se habían recogido otros ciento setenta y siete. (3)
Como comprobamos, el tema llegó a ser un verdadero problema social debido a la existencia de tantos perros sueltos.
Textualmente en el periódico El Tiempo del 17 de julio de 1906, se decía:
"La hidrofobia: Parece que los casos de supuesta hidrofobia se repiten en Canaria con grave frecuencia, hasta el punto de preocupar a las autoridades y a la prensa y de poner en grande alarma al público.
Últimamente fueron mordidos en las Palmas José González Sánchez, y Romualda Bermúdez, quienes por disposición del Alcalde señor Hurtado de Mendoza se embarcaron ayer para la Península, con el fin de someterse a un tratamiento antirrábico en el Instituto de Sevilla.
Con este motivo el mencionado Alcalde de ha dirigido al Presidente de la Diputación provincial don Santiago de la Rosa, para comunicarle que los gastos que ocasionen los dos aludidos vecinos serán sufragados por dicha corporación.
También según telegrama del Delegado del Gobierno, en Las Palmas, se sabe que en Telde han sido mordidas Lorenza Tejera, Encarnación Ramos González y la niña Concepción Ramos Gómez y en Ingenio el niño Francisco López todos los cuales solicitan que la diputación les costee el viaje y estancia en Sevilla…" (4)
Los mordidos que se contagiaban iban a Sevilla, ya que el hospital denominado Instituto de Higiene del Dr. Leopoldo Murga Machado estaba habilitado para tratar la enfermedad.
Dicho edificio en la actualidad ya no existe, ya que fue derribado en 1.958.
En este ambiente se van sucediendo noticias casi todos los días de personas o animales que son atacados y mordidos por perros con rabia.
Doctor Leopoldo Murga Machado; Foto: Diario de Sevilla 7-12-2005
La enfermedad se manifiesta tras un periodo de tiempo de incubación en el individuo mordido, y una vez que aparecían los síntomas estos eran prácticamente incurables.
Esto le sucedió al tenoyero Antonio Travieso Lezcano.
Antonio, era un pastor al que uno de sus perros lo mordió en un dedo de la mano haciéndole una pequeña herida, posiblemente a mediados de mayo de 1.906, también en esas fechas había mordido a varias ovejas y según se supo con posterioridad a un niño de nueve años llamado Francisco Santana, también de Tenoya, quien no dijo nada a su familia hasta el día siguiente de la muerte de Antonio.
Según parece el mencionado pastor temiendo lo peor, había dado muerte al perro. (5)
Después del incidente, Antonio se dirige a Arucas con intención de que un médico le curara la mordedura, pero al no encontrar a ninguno, un barbero se ofreció a hacerle una cura aludiendo a que la mordedura no tenía importancia y se la cauterizó con nitrato de plata.
La familia, no le había dado la mayor importancia a ese incidente hasta que el domingo 20 de agosto el pastor se sintió tan mal que tuvo que visitar al médico de Arucas don Joaquín Blanco, el cual le recetó unos medicamentos pues detectó que estaba infectado del virus de la hidrofobia y ya era tarde para poder hacer nada por él.
Según se desprende de los comentarios periodísticos al respecto, el lunes 21 de agosto de 1906 debió ser horrible para el infortunado pastor ya que incluso llegó a pedir un arma para suicidarse.
Desde muy temprano, empezó a tener ataques de rabia durante los cuales amenazaba a todo el que se acercara, lo que ocasionó que tuvieran que amarrarlo en un árbol que se encontraba en el patio de su casa, pero su suegro Gregorio Santana a quien no hacía daño, no se separó de él.
Después de todo un día de sufrimientos al anochecer, empezó a calmarse y falleció ese día a la edad de cuarenta y cuatro años. (6)
Marcado con un 1, el patio de Antonio Travieso y a la izquierda la casa de la foto del comienzo del trabajo, con la mimosa justo delante y marcado con un 2 la tienda de isabelita "La Nana". Foto: http://visor.grafcan.es/visorweb (foto de 1.966)
El temor que quedó en el ambiente fue tal, que un peón llamado Antonio Santana, que había ayudado a sujetar a Antonio Travieso, había recibido un rasguño y pensó que también había sido contagiado, tras una visita al médico y varias pruebas, se descartó dicho contagio.
Hay que mencionar que en caso de que estuviera contagiado, el Ayuntamiento de San Lorenzo lo hubiera enviado a Sevilla, así como hizo con el niño que ayudaba en las faenas de pastor a Travieso, Francisco Santana, quien fue enviado al Instituto del doctor Murga. (7)
Puerta de acceso al patio de la casa de Antonio Travieso Lezcano, en la zona de la Plaza de la Encarnación, en donde se ve el tejado de su casa que aparece al principio; (Foto del autor; mayo -11)
Con el paso de los meses, se siguen dando más casos de personas mordidas en Gran Canaria pero poco a poco van desapareciendo los casos y a comienzos de 1.908 ya prácticamente no hay contagios constatados.
Este acontecimiento quedó muy grabado en la mente de los tenoyeros, ya que Antonio, era el padre de Isabel Travieso Santana; Isabelita "la Nana", quien con los años regentó la tienda que estaba situada en la esquina del comienzo del Camino a Casa Ayala, conocida como la tienda de "Nana", en la actualidad casi en ruinas..
De hecho, en el texto atribuido a don Florencio Rodríguez Artiles titulado "Llevas nombre de Reina; Tenoya y yo", del que se conserva una copia del original mecanografiado en el Archivo Parroquial de Tenoya se nos relata el acontecimiento de la siguiente forma:
"… A la izquierda los muros rotos de una casona con sus murallas. Gordas mohosas, viejas… Casa antigua, aunque retocada, guardada por amplio portón, Hay muros derruidos, arbolillos troncosos y todo un tiempo pasado arrinconado entre hierbajos y piedras negras.
Allí aullaba como un perro sarnoso, muriéndose en el pudridero el padre de la "Nana". Un pobre hombre que murió de rabia y aún todos lo recuerdan. Daba miedo dicen verle…
Cuando el ataque de su enfermedad se acentuaba, hacía señas a la gente que huían de él con pena… Y él quedaba solo, mordiéndose y mordiendo el tronco del árbol, un tarahal polvoriento y chascando las piedras con sus dientes que se le caían a cachos…
¡Y murió por fin…!
Rabioso y gritón. Sus aullidos estridentes salían como afilados cuchillos que se clavan en la carne y el tarahal se removía impaciente y como asustado con las cadenas que ataban al pobre enfermo…
Todos dicen lo mismo, cuando se señala aquella casa vacía frente a la ermita y cercada por derruidas paredes.
Allí, junto al árbol murió de rabia el padre de la "Nana". La viejecita buena, jorobadita que tiene hoy su pequeña tienda. Un "meneíto" como ella misma dice, donde entre cajones de velas y botellas vacías, vende algunas cosas insignificantes." (8)
Imagen actual de los restos de la tienda de Isabelita "la Nana", al comienzo de la calle Camino a Casa Ayala. (Foto del autor enero-12)
1. 13/07/1906; El Progreso
2. 14/07/1906; Diario de Las Palmas
3. 17/07/1906; Diario de Las Palmas
4. 17/07/1906; El Tiempo
5. 23/08/1906; Diario de Las Palmas
6. 21/08/1906; Diario de Las Palmas
7. 25/08/1906; El Progreso
8. "Llevas nombre de Reina; Tenoya y yo", copia del original mecanografiado que se encuentra en el Archivo Parroquial de Tenoya atribuido a don Florencio Rodríguez Artiles.
Sería interesante identificar a los arrieros de la foto.
Para saber más:
http://www.scielo.br/pdf/rsp/v28n6/10.pdf
http://mdc.ulpgc.es/cdm/ref/collection/aea/id/2155
L. Lezcano Galindo
Agosto 2014
A la memoria de Antonio Travieso Lezcano (agosto 1906-agosto 2014)
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