El Lomo de la Viuda es la loma más alta de Tenoya y además es la zona en la que se han asentado los tenoyeros en los últimos años debido al crecimiento demográfico. Actualmente es el sector del pueblo con mayor densidad de población.
Al igual que muchos otros tenoyeros en multitud de ocasiones me he preguntado quien fue esa mujer que consiguió poner su condición de viuda como parte de un topónimo tenoyero.
Hoy plantearé una hipótesis, en la que aunque no tenga los argumentos necesarios para confirmarla, podría ser el punto de partida de algún trabajo más profundo sobre el tema.
Empezamos por compartir los pocos datos que tenemos y con ellos podemos hacer algunas conjeturas referentes a dicha mujer.
Debió ser una persona conocida por todos, influyente, con prestigio y a la vez poseedora de terrenos. Además teniendo como referencia que los nombres toponímicos en Tenoya han perdurado con los años, podemos incluso aventurarnos a decir que tuvo que ser alguna mujer que vivió en Tenoya en los comienzos de la colonización y en las que otras zonas de Tenoya recibieron su nombre castellano.
Casi sin temor a equivocarnos, podemos argumentar que ese topónimo debe ser tan antiguo como: Marimaya, la Hoya, Hernán Moro, Bachicao, Areva, las Caballerías e incluso Lomo de San Pedro.
Ahora bien, ¿quién pudo haber sido esa mujer que consiguió dar nombre a la parte más alta de Tenoya?
A pesar de que todo es discutible, he ido localizando datos de dos mujeres que a raíz de la conquista vivieron en Tenoya, y ambas fueron viudas de personajes importantes, que posiblemente en su época fueron conocidas como “la viuda”.
Dichas mujeres son: María May y su hija Catalina Guerra.
Al igual que muchos otros tenoyeros en multitud de ocasiones me he preguntado quien fue esa mujer que consiguió poner su condición de viuda como parte de un topónimo tenoyero.
Hoy plantearé una hipótesis, en la que aunque no tenga los argumentos necesarios para confirmarla, podría ser el punto de partida de algún trabajo más profundo sobre el tema.
Empezamos por compartir los pocos datos que tenemos y con ellos podemos hacer algunas conjeturas referentes a dicha mujer.
Debió ser una persona conocida por todos, influyente, con prestigio y a la vez poseedora de terrenos. Además teniendo como referencia que los nombres toponímicos en Tenoya han perdurado con los años, podemos incluso aventurarnos a decir que tuvo que ser alguna mujer que vivió en Tenoya en los comienzos de la colonización y en las que otras zonas de Tenoya recibieron su nombre castellano.
Casi sin temor a equivocarnos, podemos argumentar que ese topónimo debe ser tan antiguo como: Marimaya, la Hoya, Hernán Moro, Bachicao, Areva, las Caballerías e incluso Lomo de San Pedro.
Ahora bien, ¿quién pudo haber sido esa mujer que consiguió dar nombre a la parte más alta de Tenoya?
A pesar de que todo es discutible, he ido localizando datos de dos mujeres que a raíz de la conquista vivieron en Tenoya, y ambas fueron viudas de personajes importantes, que posiblemente en su época fueron conocidas como “la viuda”.
Dichas mujeres son: María May y su hija Catalina Guerra.
Para poder hilvanar una aproximación a la historia de estas mujeres vamos a empezar por hacer un resumen de sus vidas.
El nexo entre ellas es Fernán Guerra, marido de María May y padre de Catalina.
Fernán Guerra, posiblemente de ascendencia andaluza, fue desde 1447 y hasta aproximadamente 1476 vecino de Lanzarote, en donde se dedicaba al comercio y a la rapiña de las islas que hasta ese momento aún no estaban conquistada, en especial Tenerife y Gran Canaria, en donde en una de sus incursiones es cautivado por los aborígenes.
En los alrededores de lo que en la actualidad es la iglesia de San Antonio Abad, se erigió el campamento castellano del Real de Las Tres Palmas, por indicación de Fernán Guerra
Debido a sus negocios y sus idas y venidas conocía a la perfección no solo los puntos de acceso a la isla sino todos sus rincones más recónditos.
Aunque esta actividad le reportaba muchos beneficios, también se dedicaba a otras actividades mucho más políticas y que le ocasionaron muchos problemas a él y a su familia.
Se casó con María May, (natural posiblemente de la Gomera) con quien tuvo tres hijos: Juan, Ana y Catalina.
Hay que tener en cuenta que la isla de Lanzarote no era una isla de realengo (no pertenecía a la Corona de Castilla), y que tal motivo ocasionó el que algunos pobladores de la isla se sublevaran en algunas ocasiones a lo largo del siglo XV contra los legítimos propietarios de la isla, Inés Peraza y Diego García de Herrera.
Torre del Conde; Lugar de residencia en la Gomera de Inés Peraza y Diego García de Herrera
Fernán, era partidario de la dependencia de la corona y en 1.449, toma parte en la rebelión contra el intento de posesión de Lanzarote por parte del infante don Enrique de Portugal.
Sin embargo, con la defensa de la isla consiguieron que la misma siguiera perteneciendo hasta 1.475 a la familia Herrera-Peraza.
Los lanzaroteño, envían a la Corte a Juan Mayor y a Juan de Armas, con el propósito de que se entrevisten con los Reyes y exponerles su deseo.
La reacción de Inés Peraza y de Diego García de Herrera no se hizo esperar y una vez llegados los emisarios a la Península, en el Camino Real de Andalucía son apresados por orden de Diego García.
No obstante, la información que llevaban los emisarios pudo ser enviada a los Reyes.
Debido a ello, los señores de Lanzarote, tomaron represalias con los promotores de la idea.
Entre ellos estaba nuestro protagonista Fernán Guerra que se ve obligado ocultar a su familia y a abandonar la isla de Lanzarote.
Ayudado por unos pescadores, recala en Fuerteventura, pero no tardan mucho los espías de Inés Peraza en localizarlo y apresarlo.
Regresando hacia la cárcel de Teguise, consigue huir de nuevo hacia las montañas de Fuerteventura.
Mientras tanto el resto de su familia, pudo acogerse a un asilo eclesiástico y pasado un tiempo es ayudada por Ibone de Armas, (cuñado de Fernán) a ir a las zonas abruptas de la sierra de Lanzarote.
Todas sus propiedades fueron requisadas por doña Inés, la que al no encontrar comprador de las viviendas de Fernán, decidió derruirlas y algunas de sus otras propiedades (ganado y esclavos) las repartió entre personas de su confianza.
Tras este hecho, Fernán Guerra y el resto de los rebeldes deciden embarcan hacia la Península para intentar evadirse de la persecución.
Una vez allá y pasado un tiempo deciden de nuevo ir a la Corte para ver si de una vez se aclaraba la titularidad de la isla, y así saber quienes eran los dueños legítimos de la misma.
Para ello los Reyes encargan a Esteban Pérez de Cábito, que analice la situación, no sólo de la propiedad de la isla de Lanzarote sino también a quien correspondía el derecho de conquista de las islas de Gran Canaria, Tererife y La Palma.
Después de las declaraciones recogidas entre enero y abril de 1477 en lo que se conoce como “Las pesquisas de Cábito”, la Reina (Doña Isabel I de Castilla), encarga a tres consejeros reales que dictaminen sobre el tema. Y efectivamente, a raíz de este acontecimiento el derecho de conquista de las islas mayores corresponde a la Corona. Y la isla de Lanzarote, pertenecía a los Peraza-Herrera (Condes de la Gomera)
Decidido esto, casi el único camino que tenían los lanzaroteños rebeldes para volver a las islas era el incorporarse a la conquista de Gran Canaria. Es más, Fernán llegó a tener varias entrevistas con el propio Fernando el Católico, tal vez ocasionadas por el gran conocimiento que tenía de Gran Canaria. Por eso cuando a mediados de 1.478 sale la flota española comino de Gran Canaria para su conquista ya es considerado adalid (responsable máximo) de las tropas que venían a la misma.
En esa travesía desde la Península, la flota pasa por Lanzarote para recoger al Obispo del Rubicón (Juan de Frías) y a su vez Fernán Guerra recoge a su familia que hasta la fecha habían estado escondidos por Ibone de Armas, quien también se alista para la conquista de Gran Canaria.
Al conocer doña Inés Peraza la deslealtad de Ibone, requisa también todas sus propiedades.
Una vez llegados a Gran Canaria es Fernán Guerra quien designa el palmeral del Guiniguada como el mejor lugar para establecer el campamento aquel 24 de junio de 1.478.
A partir de ahí casi se pierde la pista de Fernán.
Muere en una emboscada durante la conquista de Tenerife después de 1.484. (1)
María May, la esposa de Fernán, recibe tierras en el Valle de Tenoya en 1.480 (2). Si esta fecha es correcta, este sería un dato muy significativo ya que según algunos autores la conquista de Gran Canaria termina en 1.483. Por lo que sabemos, el reparto del Valle de Tenoya comienza antes de terminada la conquista siendo muy curioso que el lugar elegido por Fernán para recibir tierras fuera precisamente en Tenoya. (¿Qué podría tener Tenoya, para que una persona perfectamente conocedora de toda la isla eligiera nuestro Valle como lugar de asentamiento?).
Aún existe, en la zona cercana al Puente de Tenoya una finca denominada Marimaya, que posiblemente sea el trozo de terreno asignado en aquel reparto.
Hasta aquí algunos datos de María May, quien perfectamente podía ser nuestra primera mujer que en su tiempo fuera denominada “la viuda”, debido a la importancia que para la conquista de la isla tuvo la persona de su marido.
Sin embargo, viendo un poco la historia de la hija de María May y de Fernán Guerra, Catalina, es la que para mí tiene más opciones para ser denominada “la Viuda”.
Catalina Guerra se casó con el vasco Juan de Siberio, conquistador de Gran Canaria, primo hermano de Miguel de Muxica muerto en la trágica batalla de Ajódar.
Ambos habían nacido en Villafranca de Orio.
Una vez en Gran Canaria Juancho Ciberio desempeñó importantes cargos como el de regidor del Cabildo y Teniente de Gobernador. También recibió muchas tierras y agua en diferentes zonas de la isla. De hecho, el 15 de junio de 1.485 se reparten tierras en Tenoya a su favor. (3) Además, el 18 de junio de 1.502 hay una nueva entrega de tierras en nuestro Valle a su favor a cambio de un pedazo de tierra que éste tenía en el Real de las Palmas (concretamente los terrenos que hoy ocupa la Catedral). (4)
El solar que ocupa actualmente la Catedral de Canarias, fue el que Juan de Siberio, tras la solicitud del Cabildo catedralicio, cambia por tierras en el Valle de Tenoya.
Gracias a este cambio, hoy podemos tener la catedral de Santa Ana en ese lugar.
Por otro lado el 27 de junio de 1.502, el Gobernador Antonio de Torres le concede permiso para construir en Tenoya un molino o ingenio azucarero. (5)
De su matrimonio con Catalina Guerra nacieron ocho hijos:
Juan de Siberio, Lope de Muxica, Miguel de Muxica, Bernardino de Lazcano Muxica, Ginebra de Muxica, María de Muxica, Marina de Muxica y Juana de Villafranca. (6) Todos ellos personajes muy influyentes en la sociedad isleña de la época.
A partir de 1507 empezamos a ver documentos en los que se empieza a denominar a Catalina Guerra como “viuda de Juan de Siberio”. Y es a partir de esa fecha cuando Catalina demuestra su gran influencia y prestigio en la sociedad de aquella época, sobretodo solucionando los problemas que tenía incluso con sus parientes.
En 1.507, Catalina Guerra, viuda de Juan de Siberio, pidió que se midiesen sus datas del Valle de Tenoya, en las que se encontraban también las aguas que le pertenecían. (7)
En febrero de 1.513: “...Catalina Guerra, viuda de Juan de Ciberio y vecina de Gran Canaria, que reclama para sí y para Michel Ciberio, Juan Ciberio, doña Ginebra de Muxica, doña María de Música y sus otros hijos cierta cantidad de agua del barranco de Tenoya, llamado antes de Arucas, utilizada en un ingenio y cañaverales, que Lope de Sosa, gobernador de Gran Canaria desvió a otro valle para beneficiar tierras y aguas de su propiedad y de la de Luis de Armas, su pariente, y Nicolás Rodríguez, su alcalde” (8)
Sepulcro de los Reyes Católicos en Granada
Y en otro documento fechado el 7 de abril de 1514, podemos leer: “...Orden del juez de residencia de Gran Canaria para que guarde la costumbre existente en dicha isla acerca de la entrega de nuevas tierras para “remudar otras cansadas”. Esta orden se da a petición de Catalina Guerra, viuda de Juan de Ciberio, vecino de dicha isla, que quiere trasladar el herido de su ingenio porque donde lo ha tenido hasta ahora no hay leña y el acarreo de la misma es más costoso que el beneficio que puede obtener. Para este fin el gobernador Lope de Sosa y el cabildo de la isla le habían señalado tierras de sequero en Las dos Palmas. (9)
Como hemos visto, Catalina Guerra podría ser considerada como “La Viuda”, y por supuesto el Lomo que estaba dentro de sus tierras en la zona alta del Valle de Tenoya, podía ser llamado en su honor el Lomo de la Viuda.
Por supuesto esta idea es solo una conjetura, pero me ha servido de excusa para recordar a algunos personajes históricos que para nosotros son casi desconocidos pero que fueron los primeros tenoyeros después de la conquista, de los que tenemos constancia documental.
Gracias a ellos, lo que hoy conocemos como Tenoya empezó a surgir alrededor de un ingenio de caña de azúcar movido por la fuerza del agua de nuestro barranco.
BIBLIOGRAFÍA:
1) RUMEU DE ARMAS, A.; Anuario de Estudios Atlánticos. nº 36; 1.990; Fernan Guerra adalid mayor de la conquista de Gran Canaria y promotor de la fundación de Las Palmas de Gran Canaria.
2) SANTANA SANTANA, A.; Evolución del paisaje de Gran Canaria (siglo XV-XIX)- Ed. Cabildo Insular de G.C. 2001.
3) JIMÉNEZ SÁNCHEZ, S.: Primeros repartimientos de tierras y aguas en Gran Canaria.. Las Palmas de Gran Canaria; 1940.
4) BIBLIOTECA del MUSEO CANARIO; Anales Canarios de Millares Torres. T. 1, pp. 23-24.
5) HERNÁNDEZ JIMÉNEZ. V; Anuario de Estudios Atlánticos. nº 33; 1.987; Aguas del barranco de Tenoya.
6) RUMEU DE ARMAS, A.; Anuario de Estudios Atlánticos. nº 36; 1.990; Fernan Guerra adalid mayor de la conquista de Gran Canaria y promotor de la fundación de Las Palmas de Gran Canaria
7) HERNÁNDEZ JIMÉNEZ. V; Anuario de Estudios Atlánticos. nº 33; 1.987; Aguas del barranco de Tenoya.
8) AZNAR VALLEJO, E; Documentos Canarios en el Registro del Sello (1.476-1517)
9) Ibidem
FOTOS:
http://www.fotosantiguascanarias.org
http://arteolmos.blogspot.com
El nexo entre ellas es Fernán Guerra, marido de María May y padre de Catalina.
Fernán Guerra, posiblemente de ascendencia andaluza, fue desde 1447 y hasta aproximadamente 1476 vecino de Lanzarote, en donde se dedicaba al comercio y a la rapiña de las islas que hasta ese momento aún no estaban conquistada, en especial Tenerife y Gran Canaria, en donde en una de sus incursiones es cautivado por los aborígenes.
En los alrededores de lo que en la actualidad es la iglesia de San Antonio Abad, se erigió el campamento castellano del Real de Las Tres Palmas, por indicación de Fernán Guerra
Aunque esta actividad le reportaba muchos beneficios, también se dedicaba a otras actividades mucho más políticas y que le ocasionaron muchos problemas a él y a su familia.
Se casó con María May, (natural posiblemente de la Gomera) con quien tuvo tres hijos: Juan, Ana y Catalina.
Hay que tener en cuenta que la isla de Lanzarote no era una isla de realengo (no pertenecía a la Corona de Castilla), y que tal motivo ocasionó el que algunos pobladores de la isla se sublevaran en algunas ocasiones a lo largo del siglo XV contra los legítimos propietarios de la isla, Inés Peraza y Diego García de Herrera.
Torre del Conde; Lugar de residencia en la Gomera de Inés Peraza y Diego García de Herrera
Fernán, era partidario de la dependencia de la corona y en 1.449, toma parte en la rebelión contra el intento de posesión de Lanzarote por parte del infante don Enrique de Portugal.
Sin embargo, con la defensa de la isla consiguieron que la misma siguiera perteneciendo hasta 1.475 a la familia Herrera-Peraza.
Los lanzaroteño, envían a la Corte a Juan Mayor y a Juan de Armas, con el propósito de que se entrevisten con los Reyes y exponerles su deseo.
La reacción de Inés Peraza y de Diego García de Herrera no se hizo esperar y una vez llegados los emisarios a la Península, en el Camino Real de Andalucía son apresados por orden de Diego García.
No obstante, la información que llevaban los emisarios pudo ser enviada a los Reyes.
Debido a ello, los señores de Lanzarote, tomaron represalias con los promotores de la idea.
Entre ellos estaba nuestro protagonista Fernán Guerra que se ve obligado ocultar a su familia y a abandonar la isla de Lanzarote.
Ayudado por unos pescadores, recala en Fuerteventura, pero no tardan mucho los espías de Inés Peraza en localizarlo y apresarlo.
Regresando hacia la cárcel de Teguise, consigue huir de nuevo hacia las montañas de Fuerteventura.
Mientras tanto el resto de su familia, pudo acogerse a un asilo eclesiástico y pasado un tiempo es ayudada por Ibone de Armas, (cuñado de Fernán) a ir a las zonas abruptas de la sierra de Lanzarote.
Todas sus propiedades fueron requisadas por doña Inés, la que al no encontrar comprador de las viviendas de Fernán, decidió derruirlas y algunas de sus otras propiedades (ganado y esclavos) las repartió entre personas de su confianza.
Tras este hecho, Fernán Guerra y el resto de los rebeldes deciden embarcan hacia la Península para intentar evadirse de la persecución.
Una vez allá y pasado un tiempo deciden de nuevo ir a la Corte para ver si de una vez se aclaraba la titularidad de la isla, y así saber quienes eran los dueños legítimos de la misma.
Para ello los Reyes encargan a Esteban Pérez de Cábito, que analice la situación, no sólo de la propiedad de la isla de Lanzarote sino también a quien correspondía el derecho de conquista de las islas de Gran Canaria, Tererife y La Palma.
Después de las declaraciones recogidas entre enero y abril de 1477 en lo que se conoce como “Las pesquisas de Cábito”, la Reina (Doña Isabel I de Castilla), encarga a tres consejeros reales que dictaminen sobre el tema. Y efectivamente, a raíz de este acontecimiento el derecho de conquista de las islas mayores corresponde a la Corona. Y la isla de Lanzarote, pertenecía a los Peraza-Herrera (Condes de la Gomera)
Decidido esto, casi el único camino que tenían los lanzaroteños rebeldes para volver a las islas era el incorporarse a la conquista de Gran Canaria. Es más, Fernán llegó a tener varias entrevistas con el propio Fernando el Católico, tal vez ocasionadas por el gran conocimiento que tenía de Gran Canaria. Por eso cuando a mediados de 1.478 sale la flota española comino de Gran Canaria para su conquista ya es considerado adalid (responsable máximo) de las tropas que venían a la misma.
En esa travesía desde la Península, la flota pasa por Lanzarote para recoger al Obispo del Rubicón (Juan de Frías) y a su vez Fernán Guerra recoge a su familia que hasta la fecha habían estado escondidos por Ibone de Armas, quien también se alista para la conquista de Gran Canaria.
Al conocer doña Inés Peraza la deslealtad de Ibone, requisa también todas sus propiedades.
Una vez llegados a Gran Canaria es Fernán Guerra quien designa el palmeral del Guiniguada como el mejor lugar para establecer el campamento aquel 24 de junio de 1.478.
A partir de ahí casi se pierde la pista de Fernán.
Muere en una emboscada durante la conquista de Tenerife después de 1.484. (1)
María May, la esposa de Fernán, recibe tierras en el Valle de Tenoya en 1.480 (2). Si esta fecha es correcta, este sería un dato muy significativo ya que según algunos autores la conquista de Gran Canaria termina en 1.483. Por lo que sabemos, el reparto del Valle de Tenoya comienza antes de terminada la conquista siendo muy curioso que el lugar elegido por Fernán para recibir tierras fuera precisamente en Tenoya. (¿Qué podría tener Tenoya, para que una persona perfectamente conocedora de toda la isla eligiera nuestro Valle como lugar de asentamiento?).
Aún existe, en la zona cercana al Puente de Tenoya una finca denominada Marimaya, que posiblemente sea el trozo de terreno asignado en aquel reparto.
Hasta aquí algunos datos de María May, quien perfectamente podía ser nuestra primera mujer que en su tiempo fuera denominada “la viuda”, debido a la importancia que para la conquista de la isla tuvo la persona de su marido.
Sin embargo, viendo un poco la historia de la hija de María May y de Fernán Guerra, Catalina, es la que para mí tiene más opciones para ser denominada “la Viuda”.
Catalina Guerra se casó con el vasco Juan de Siberio, conquistador de Gran Canaria, primo hermano de Miguel de Muxica muerto en la trágica batalla de Ajódar.
Ambos habían nacido en Villafranca de Orio.
Una vez en Gran Canaria Juancho Ciberio desempeñó importantes cargos como el de regidor del Cabildo y Teniente de Gobernador. También recibió muchas tierras y agua en diferentes zonas de la isla. De hecho, el 15 de junio de 1.485 se reparten tierras en Tenoya a su favor. (3) Además, el 18 de junio de 1.502 hay una nueva entrega de tierras en nuestro Valle a su favor a cambio de un pedazo de tierra que éste tenía en el Real de las Palmas (concretamente los terrenos que hoy ocupa la Catedral). (4)
El solar que ocupa actualmente la Catedral de Canarias, fue el que Juan de Siberio, tras la solicitud del Cabildo catedralicio, cambia por tierras en el Valle de Tenoya.
Gracias a este cambio, hoy podemos tener la catedral de Santa Ana en ese lugar.
Por otro lado el 27 de junio de 1.502, el Gobernador Antonio de Torres le concede permiso para construir en Tenoya un molino o ingenio azucarero. (5)
De su matrimonio con Catalina Guerra nacieron ocho hijos:
Juan de Siberio, Lope de Muxica, Miguel de Muxica, Bernardino de Lazcano Muxica, Ginebra de Muxica, María de Muxica, Marina de Muxica y Juana de Villafranca. (6) Todos ellos personajes muy influyentes en la sociedad isleña de la época.
A partir de 1507 empezamos a ver documentos en los que se empieza a denominar a Catalina Guerra como “viuda de Juan de Siberio”. Y es a partir de esa fecha cuando Catalina demuestra su gran influencia y prestigio en la sociedad de aquella época, sobretodo solucionando los problemas que tenía incluso con sus parientes.
En 1.507, Catalina Guerra, viuda de Juan de Siberio, pidió que se midiesen sus datas del Valle de Tenoya, en las que se encontraban también las aguas que le pertenecían. (7)
En febrero de 1.513: “...Catalina Guerra, viuda de Juan de Ciberio y vecina de Gran Canaria, que reclama para sí y para Michel Ciberio, Juan Ciberio, doña Ginebra de Muxica, doña María de Música y sus otros hijos cierta cantidad de agua del barranco de Tenoya, llamado antes de Arucas, utilizada en un ingenio y cañaverales, que Lope de Sosa, gobernador de Gran Canaria desvió a otro valle para beneficiar tierras y aguas de su propiedad y de la de Luis de Armas, su pariente, y Nicolás Rodríguez, su alcalde” (8)
Sepulcro de los Reyes Católicos en Granada
Y en otro documento fechado el 7 de abril de 1514, podemos leer: “...Orden del juez de residencia de Gran Canaria para que guarde la costumbre existente en dicha isla acerca de la entrega de nuevas tierras para “remudar otras cansadas”. Esta orden se da a petición de Catalina Guerra, viuda de Juan de Ciberio, vecino de dicha isla, que quiere trasladar el herido de su ingenio porque donde lo ha tenido hasta ahora no hay leña y el acarreo de la misma es más costoso que el beneficio que puede obtener. Para este fin el gobernador Lope de Sosa y el cabildo de la isla le habían señalado tierras de sequero en Las dos Palmas. (9)
Como hemos visto, Catalina Guerra podría ser considerada como “La Viuda”, y por supuesto el Lomo que estaba dentro de sus tierras en la zona alta del Valle de Tenoya, podía ser llamado en su honor el Lomo de la Viuda.
Por supuesto esta idea es solo una conjetura, pero me ha servido de excusa para recordar a algunos personajes históricos que para nosotros son casi desconocidos pero que fueron los primeros tenoyeros después de la conquista, de los que tenemos constancia documental.
Gracias a ellos, lo que hoy conocemos como Tenoya empezó a surgir alrededor de un ingenio de caña de azúcar movido por la fuerza del agua de nuestro barranco.
L. Lezcano Galindo
BIBLIOGRAFÍA:
1) RUMEU DE ARMAS, A.; Anuario de Estudios Atlánticos. nº 36; 1.990; Fernan Guerra adalid mayor de la conquista de Gran Canaria y promotor de la fundación de Las Palmas de Gran Canaria.
2) SANTANA SANTANA, A.; Evolución del paisaje de Gran Canaria (siglo XV-XIX)- Ed. Cabildo Insular de G.C. 2001.
3) JIMÉNEZ SÁNCHEZ, S.: Primeros repartimientos de tierras y aguas en Gran Canaria.. Las Palmas de Gran Canaria; 1940.
4) BIBLIOTECA del MUSEO CANARIO; Anales Canarios de Millares Torres. T. 1, pp. 23-24.
5) HERNÁNDEZ JIMÉNEZ. V; Anuario de Estudios Atlánticos. nº 33; 1.987; Aguas del barranco de Tenoya.
6) RUMEU DE ARMAS, A.; Anuario de Estudios Atlánticos. nº 36; 1.990; Fernan Guerra adalid mayor de la conquista de Gran Canaria y promotor de la fundación de Las Palmas de Gran Canaria
7) HERNÁNDEZ JIMÉNEZ. V; Anuario de Estudios Atlánticos. nº 33; 1.987; Aguas del barranco de Tenoya.
8) AZNAR VALLEJO, E; Documentos Canarios en el Registro del Sello (1.476-1517)
9) Ibidem
FOTOS:
http://www.fotosantiguascanarias.org
http://arteolmos.blogspot.com
Comentarios
¿sabes algo más de esto? ¿lo juzgan?¿lo condenan? ¿dónde ocurrió?
lo único que sabemos de las fiestas es que este viernes será la gala de elección de reina y rey. Cuando tengamos el programa será publicado, tal y como hemos hecho en años anteriores.
Saludos
me han dicho que las fiestas comienzan este viernes con la gala de elección del rey y reina, y que el domingo será la bajada de la rama.Es cierto? Si tenéis fechas y horarios de otras actuaciones podríais ponerlos aquí?.
Gracias.
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