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Cuando en muchos lugares del planeta se protege el patrimonio, en cualquiera de sus variantes, aquí, en nuestro entorno, no se tiene en cuenta y se especula con lugares de gran interés histórico o científico. Desde aquí hago un llamamiento para denunciar a los responsables de este insensible atentado y otros que se están produciendo en esta zona de la Isla.


Detalle de la Finca de Bachicao. Foto del autor del trabajo.

En este caso se trata de una rareza, de algo inusual que se podía haber explotado junto con su rico entorno natural como puede ser los restos de un hermoso palmeral y las plantas típicas de las medianías. Debemos especificar que se trata de una zona que a fines del siglo XV se reparte entre aquellos conquistadores que llegaron desde el continente europeo. Desde aquel momento este entorno se comenzó a conocer como las tierras de Bachicao o de Machicao, encontrándose escrito de ambas maneras.

El personaje en cuestión fue Fernando Machicao y en la entrada de Tenoya tenía su hacienda y también una ermita que sería la primera que se construyera en estos alrededores. Esa ermita sería un referente a lo largo del tiempo y sobre su historia hay escritos en la página web del Municipio de San Lorenzo así como en Túnel de Tenoya, tanto del que escribe como de Laureano Lezcano.

Fernando Machicao era un hombre poderoso y de una economía muy saneada. Sus posesiones se repartían por varios lugares de la Isla, teniendo solares y tierras en la Capital, en Tenoya, Tamaraceite o en Lugarejo, actual San Lorenzo. Con estos pocos datos nos podemos hacer una idea de la persona que dio nombre a Bachicao o Machicao.


Enterramiento en la hacienda de Bachicao. Foto del autor del trabajo.

Aquellas tierras de la entrada de Tenoya cambiaron de poseedores a lo largo del tiempo pero el nombre de Bachicao perduró hasta la actualidad. En dicha Hacienda se han realizado una serie de obras que han hecho que el entorno haya ido modificando cambiando el verde y lo natural por el cemento y el asfalto.


Visita de los miembros de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y del Municipio de San Lorenzo. Fotografía del autor del trabajo.

El enterramiento no se da en haciendas privadas y para ello se necesitaría un permiso muy especial de los responsables. En nuestra zona se utilizaban para enterrar a los difuntos de la jurisdicción las ermitas de Tenoya, Tamaraceite o la Iglesia de San Lorenzo hasta que se hace, en el siglo XIX, el Cementerio de San Lorenzo. Debido a todo ello la Tumba de Bachicao es una rareza que debía ser protegida y que pudiera ser apreciada por los ciudadanos que lo desearan como una muestra cultural especial e inhabitual.

La Tumba de Bachicao fue realizada en cantería de la zona, posiblemente de la Cantera de Piletas o de San Lorenzo. Sobre una base del mismo material se levantó un enterramiento, a modo de caja prismática, y todo ello coronado con una cruz. Hace dos días un amigo me ponía en conocimiento que la cruz había sido arrancada y no se encontraba en el lugar, además el enterramiento había sido abierto y justo al lado se podía contemplar los restos de una hoguera, que espero no fuera hecha con los restos que allí se encontraban.

Las teorías de quién pudiera ser la persona que allí se encuentra enterrada pudieran ser diversas. Una víctima del cólera morbo del año 1851 o bien los restos de una persona que murió muchísimo antes y allí quisieron enterrar sus restos. En este caso algún propietario poderoso. Desde aquí denuncio este expolio cultural y exijo que los responsables de este atentado paguen por el daño que han hecho. Nuestro entorno, nuestro Municipio de San Lorenzo, sufre la insensibilidad de unos responsables que no sienten lo que otras personas sentimos y sufrimos por no estar apegados a este suelo, no tienen un sentimiento de pertenencia o simplemente son insensibles ante la cultura y el patrimonio que es de todas y de todos. No se considera que este entorno sea muy rico e interesante y sólo ponen su interés en Vegueta y alrededores, aunque recientemente se ven atrocidades en aquel magnífico conjunto que es orgullo de toda persona que se precie de serlo. Hoy nos toca llorar por Bachicao.

Juan Francisco Santana Domínguez

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Comentarios   

0 #2 Lalo Lezcano 03-08-2009 13:56
A PROPÓSITO DE LA TUMBA DE LA FINCA DE BACHICAO.Repasando notas que había tomado en mis visitas a la hemeroteca del Museo Canario, he recuperado estas dos que pudieran ser de interés para la tumba que existe en Bachicao, o al menos puede que arroje un poco de luz sobre la misma.
La primera corresponde al periódico FALANGE del 23 de noviembre de 1.951 en donde nos encontramos un artículo titulado: Datos del cólera en Tenoya, dicho artículo viene firmado por Carmelo Lezcano Guerra, y entre otras cosas dice:
Junto a los Sifones, en el paseo arbolado que conduce a la finca de Bachicao, entonces propiedad de los Grondona, existe un sepulcro bastante decente de bien pulida cantería aunque ya ennegrecida; y musgosa, donde fue enterrada doña Juana Díaz, de ilustre familia.
Allí, bajo un olivo añoso y a la sombra amable de una cruz de piedra que aun se conserva, fue colocada esta víctima del cólera, con todo esmero, por sus deudos.

La segunda nota la tomamos del desaparecido ECO DE CANARIAS fechado en concreto el 21 de octubre de 1973, en el que bajo el título de VACHICAO Y BASCAMAO, TOPÓNIMOS HISPANOS, y firmado por don Sebastián Jiménez Sánchez, se nos relata lo siguiente:
Al trazarse la carretera general del Norte las haciendas del primitivo Vachicao quedaron divididas en dos grandes porciones, de las cuales, la de la derecha, saliendo hacia Arucas, correspondió a don Juan Bautista Ponce de León y esposa, hoy de sus hijos, don Juan, doctor don José Claudio, doña Ana y doña Juana Ponce de León y Espino; en tanto la de la izquierda a los herederos de don Dionisio Ponce de León y García, coronel de Infantería, doña Dolores Ponce de León de Clavijo, hoy sus hijos. Las haciendas de los Vachicao y heredamientos del Valle de Tenoya, pertenecieron en un principio a la familia de este apellido, compartidas
con las de Lezcano, Muxica y Cabildo Catedral; asimismo a dos Díaz y herederos, en virtud de diferentes enlaces matrimoniales y ventas. Entre estos figuran el mentado don Dionisio, su hija doña Dolores y sus hijos, entre ellos don Fernando y don Dionisio; doña Maria Grondona Penichet de Cullen.
Se nos informa que aún se conserva en el paseo central de estas haciendas una tumba en piedra, correspondiente a una señora de estas familias, fallecida en tiempo del cólera morbo, del año 1.852.

Ambos autores coinciden en que la probable fecha de dicha tumba es la de mediados del siglo XIX, fecha en la que se desarrolló la temible epidemia, a ver si así las instituciones se animan a conservarla.
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0 #1 Lalo 01-06-2009 09:05
Hola a todos:
Me UNO A ESTA PROTESTA de mi estimado amigo Juan Francisco.
Todos somos testigos a diario de la pérdida de elementos arquitectónicos, construcciones, árboles emblemáticos, etc. de nuestro entorno y nos cruzamos de brazos. No nos damos cuenta de que en algunos casos las pérdidas son irremplazables.
Por eso quisiera que nos diésemos cuente de que ante este tipo de actos todos en cierta medida somos cómplices.
Si nosotros no defendemos NUESTRAS COSAS, no pretenderemos que ALGUIEN las defienda. Todos debemos convertirnos en guardianes de nuestro PATRIMONIO.
En esa zona, a la entrada de la finca de Bachicao, en lo que se conocía como LOS SIFONES (debido a las dos construcciones hidráulicas que existían a ambos lados de la carretera), alguna empresa consiguió que uno desapareciera y no se ha vuelto a reponer, es más, las piedras que lo formaban han desaparecido.
Pero no sólo es en Bachicao que como excusa podemos argumentar que en esa zona no viven muchas personas, es que también en Tenoya en los últimos tiempos hemos visto como nos talan árboles, (la mimosa de la Plaza, algunos eucaliptos, el moral que estaba frente a la sede de la Caja Insular) y nos volvemos ciegos ante esos hechos. También hemos visto como con la construcción del Consultorio cuando conectan el alcantarillado nos quitan parte de los adoquines del Molino y los sustituyen por bloques de hormigón y no pasa nada. Vemos como con las obras de restauración del Grupo Viejo (lo que será casa de la cultura) y con las de nuestra antigua ermita las empresas restauradoras reemplazan maderas, tejas, piedras de cantería centenarias y tablero de las puertas por maderas, tejas y piedras de cantería compradas en Leroy Merlín y no pasa nada.
Debemos pensar que nuestro PATRIMONIO es de todos y será nuestro legado a las futuras generaciones, por eso me gustaría que este artículo de Juan Francisco no sea un grito en el desierto que todos aplaudimos, sino que sea el impulso que necesitamos para despertar de nuestro letargo en la defensa de lo NUESTRO.
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